loc.
verb. coloq.
Echarse a perder, tener mal fin.
Así, tal cual, se echó a perder.
Y supongo que hubo muchas razones, ninguna por sí sola, todas juntas
demasiadas.
Por el camino perdí mucho, nada
que no se pueda recuperar, pero cuanto. Nadie me lo quitó, nadie me lo robó,
solo lo perdí. Y es que las cosas se pierden por no prestarles atención, por no
darles importancia, por creer que siempre estarán ahí, sin importar que tú las
muevas de sitio, las tapes con otras nuevas o las coloques en un lugar al que
visitas cada vez menos.
Pero en eso estoy, recorriendo
los lugares que hace tiempo no visitaba, buscando mis gafas para ver bien, mis
llaves para abrir puertas tanto tiempo cerradas y cerrar otras demasiado tiempo
abiertas, ordenado mis libros, repasando fotos, escuchando música otra vez,
escuchando música, escuchando música. ¿Cómo he podido vivir tanto tiempo sin
música? ¿cuándo dejé de cantar? Pero cómo
he podido vivir sin cantar?
Se me fue al carajo, si, pero
vuelvo a cantar. Y me siento culpable a ratos, pero luego, cuando no estoy
pensando, vuelvo a cantar.
Y quiero creer que él también canta, o lo que fuera que sea lo que
dejó de hacer durante estos años. Y lo quiero creer con todas mis fuerzas. Si
él canta, nada se nos fue al carajo, todo habrá valido la pena.