Ya está, ya no está conmigo.
Solo que yo la sigo viendo, y escuchando sus pasitos, y sus maullidos, hasta que me doy cuenta de que no es ella, son mis ganas de ella.
Mi Job nos acompañó a las dos, el veterinario fue un borde como he visto pocos. Se acabó.
La echo mucho de menos.
Joer, joer, joer, como se te ocurra meter otro animal en casa te mato.
ResponderEliminarLa mía se murió en agosto ... y a veces todavía busco el cuenco para ponerle agua, comc hacía cada mañana. Si es que no me acostumbro, fueron 15 años.
ResponderEliminarSe echan mucho de menos...
Lo siento, sé cómo se les echa de menos.
ResponderEliminarUn abrazo
Lo siento, no sé q decir, pero recibe muchos ánimos de mi parte. Siempre estan a nuestro lado.
ResponderEliminarHolaa!! Acabo de aterrizar en tu blog y le echare una ojeada que parece interesante.
ResponderEliminarBesos!!!
PD: Siento mucho lo de la gatita. Animo.
vaya lo siento... :(
ResponderEliminaryo he llegado a pasarlo peor por la pérdida de mi gatito que por la de algún familiar. Son animales sí, pero te dan lo mejor que tienen y eso no hay quien lo pague.
Mucho ánimo, el tiempo hará el resto.
Gracias a todos, algún día colgaré una foto para que la veais.
ResponderEliminarUn poco tarde, y cómo no con prisas, pero una entrada así no podía echarla por alto. Ya sabes que yo alimento también mi ego de presencia felina y que, aunque aún me queden dos, el perder mi gata me supuso también mucho duelo. En mi llavero llevo aún el colgante que llevaba, con nombre y dirección por si se perdía ... y se perdió ... y no vuelve ... así es la vida a veces ... perra como ella sóla.
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