domingo, 26 de junio de 2011

de vuelta

Y no sé si es bueno o malo, porque me da a mi que solo escribo: bien cuando se me acumula la mala uva, la desilusión o el aburrimiento, bien cuando estoy feliz y soy capaz de reírme de mi sombra, y no es el segundo caso, eso lo sé.
Pero : ( me ha reñido, (es un decir, le agradezco el reclamo más de lo que imagina) así que aquí estoy, con un dilema, a ver si alguno de vosotros todavía pasa por aquí y me da su opinión

Últimamente Mijob se ha convertido en Doctor No: no podemos hacer esto, no podemos ir allí, no podemos comprar aquello, no podemos estar de buen humor porque no está la economía para estar de buen humor… y no es que le falte razón, que aunque no es él el pilar económico de la casa, sí que es el que peor lo está pasando.
Desde que Jazz no está, estoy pelín desubicada en casa, y como sé que no sería justo meter un gato en casa porque sufriría, pues me ha dado por fantasear con un perro…..y ¿qué dice Mijob?: NO
¿Y qué me está rondando por la cabeza?: SI
Conste que no hablo de ya. No le haría eso a Jons ( Mijob tiene SU perro), al que dejaría vivir lo poquito que le quede como el rey de la casa que es
Otro problemilla es que Mijob para esto de los perros es muy inglés.
  • Los perros tienen que ser de raza ( para saber qué carácter tiene y si puedes ser responsable de un perro así) ,
  • Tienen que ser  comprados en un criadero “serio”, castrados (hay que evitar a toda costa la “irresponsabilidad” de la cría sin control), hay que llevarlos a educar ( clases “serias”) y se tienen que saber comportar no solo conociendo las normas básicas de convivencia entre humanos y caninos, también tienen que “obviar” a otros de su especie, “obviar” a todo aquel que no sea su dueño… en fin
Y qué quiero yo? Pues irme a la protectora  y buscar un perro “mil leches”, macho a ser posible, sin castrar, con carácter libre y libertino, al que le pueda enseñar las cuatro normas para que podamos convivir, pero que por lo demás sea perro, pero que muy perro.

Y no puedo evitar sonreír pensando que… Mijob me va a matar.

martes, 8 de febrero de 2011

Capacidad de abstracción

Cuando tenía dos años, mis padres le insistieron al pediatra para que estudiara si yo tenía algún problema de sordera. Después de cuatro pruebas básicas, el pediatra diagnosticó “una gran capacidad de abstracción”, motivo por el que a veces yo ni me inmutaba cuando me llamaban, hacían sonar sonajeros, o ya desesperados, aplaudían a un centímetro de mi oreja.
Con el tiempo se demostró que el pediatra tenía razón, pseudosocióloga decía que yo era capaz de pasarme horas mirando un árbol y cuando conseguía que “volviera” y me preguntaba qué estaba viendo en el árbol, mi respuesta era: ¿Qué árbol?
Para acabarlo de adobar, en la adolescencia me convertí en miope, lo que me permitía, si me sacaba las gafas, ausentarme con mayor facilidad. Por ese motivo me he negado siempre a operarme de miopía.

Y no, yo no medito, solo me ausento.

Con el tiempo, si me concentraba, era capaz de estar aquí i allí, en el colegio aprendí a leer (mis novelas) en clase y cuando el profesor me pillaba y me decía eso de: ¿Por favor podrías repetir lo que acabo de explicar?, yo no lo dudaba ni un momento, y aunque NO tenía ni idea de lo que estaba diciendo, era capaz de repetirlo palabrita por palabrita, excepto una vez que toooodo el mundo recuerda, que ante la pregunta de marras y sin pensar lo que decía, solté: “un amoto es un arradio”, así tal cual, y me quedé mirando al profesor con cara de marisabidilla como diciendo ¿creías que me ibas a pillar?, Tardé bastante en darme cuenta de lo que había dicho.

Aunque a veces esa capacidad estuvo a punto de darme un disgusto grande. Hubo una noche que recorrí 500m de la Vía Augusta de Barcelona en sentido contrario, hasta que la policía, harta de perseguirme haciendo luces, encendió la sirena ( mira tu por donde ese sonido si que me distrajo) y he de decir a su favor, que ante mi estupor, mis temblores incontrolables solo de pensar lo que acababa de hacer ,comprobando que no llevaba nada de alcohol en la sangre ni nada parecido, no me multaron y se ofrecieron a acompañarme a casa) Como esa varias, aunque algunas se mezclan con mi despiste, que también es algo habitual en mi.

Podría contar un montón de estas, pero el problema es que me he dado cuenta de que estoy cambiando. Abstraerme me abstraigo igual, pero ahora cuando alguien me explica algo que no me interesa en absoluto, ya no soy capaz de desconectar y a la vez asentir con la cabeza y poner el gesto adecuado en cada momento, ¡me pillan!!  Lo que estoy perdiendo es la capacidad de concentración…

Socorro, ¿esto también tiene que ver con la edad?

lunes, 31 de enero de 2011

Ya no está

Ya está, ya no está conmigo.
Solo que yo la sigo viendo, y escuchando sus pasitos, y sus maullidos, hasta que me doy cuenta de que no es ella, son mis ganas de ella.
Mi Job nos acompañó a las dos, el veterinario fue un borde como he visto pocos. Se acabó.
La echo mucho de menos.

lunes, 17 de enero de 2011

Cada cosa en un sitio, y un sitio para cada cosa

La semana pasada estuve cenando en casa de una amiga, monísima, blanquísima,  limpísima, ordenadísima, con un gato precioso que dormía en su camita, tipo anuncio.
Después de la cena llegue a casa, mi casa y analicé:

Jons ( el perro), tiene dos camitas propias en las que dormir, una de día en el comedor, y otra de noche en nuestra habitación.
Jons siempre duerme en el sofá, más concretamente en mi parte del sofá.

Jazz ( la gata) tiene una casita doble de mimbre de Ikea, al lado del radiador en invierno, para dormir encima cuando está sociable, y dentro cuando no quiera saber nada de los demás.
Jazz siempre duerme en el sofá, encima mío, o como último recurso encima de Jons, pero siempre en mi parte del sofá.

Los niños, tienen cada uno su camita y una habitación de juegos estupenda.
Los niños intentan dormir en nuestra cama a menudo, y SIEMPRE juegan en el salón

Mi Job tiene una cama estupenda que comparte conmigo.
Mi Job siempre se duerme en el sofá (en su amplia parte del sofá, libre de más cuerpos) y hay que arrastrarlo a la cama cada noche.

Mi Job tiene un despachito con su mesa, sus archivos, su teléfono..
Mi Job trabaja en el salón
Yo trabajo en la mesa de comer.

Los humanos de casa tenemos una mesa de comedor maravillosa y extensible si hiciera falta.
Comemos en la mesita baja de delante del sofá.

Jazz ( la gata) tiene su cazito de comida.
Jazz necesita sacar la comida del cazito, ponerla en el suelo, y comer del suelo
Jons come cualquier cosa, en cualquier sitio, hasta en nuestro plato si nos despistamos

A Mi Job le regalaron hace poco unas zapatillas.
Mi Job no encuentra nunca sus zapatillas, porque las llevo yo.

No voy a invitar a mis amigas a cenar.