domingo, 12 de diciembre de 2010

Que alguien me preste una escoba

Por favor, que alguien me preste una escoba… que así podré ser una bruja de verdad.
El gorrito en forma de cono y la verruga en la nariz los apaño en un momento, y el resto ya lo llevo puesto, que no me había yo sentido tan bruja en mi vida.
Este ha sido uno de esos fines de semana de cada dos que la casa se llena de vida, de vida y todos los demás que traen dos churumbeles de 8 y 5 años más una de 4 años a tiempo parcial, que puestos a tener vida en casa, oye, que se note.
Y puestos a que se note, pues vamos a tener uno de esos fines de semana de hacer yoga con uno, repasar lectura con otra y pintar con la última, estudiar inglés con uno, ir a la compra con otra, bañarlos a todos, cosquillear a todos, comer con todos, cenar con todos, perseguir a todos, reñir a todos, gritar a todos, perseguir a todos, reñir a todos, gritar a todos, reñir a todos, gritar a todos… en resumen: sentirme una bruja.
El caso es que no me veo una bruja solamente con ellos, me veo una bruja conmigo y con mi Job, al que gruño cada vez que me dirige la palabra, porque estos fines de semana de cada dos, mi Job y yo sólo hablamos de yoga, lectura (infantil), dibujos, baños, cosquillas y comida. 
Por eso quiero una escoba, porque si hoy me he sentido como una bruja, y eso no lo remedia nadie, esta noche que la luna está como una cunita, y aunque sea encima de una escoba,  yo quiero volar.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Casi un mes

Ya lleva casi un mes sin haber perdido el apetito. También ha recuperado los viejos hábitos que perdió cuando mi Job y yo decidimos compartir casa nosotros dos, la gata, su perro y dos churumbeles (los churumbeles solo cada quince días). Vamos, que ya se pasea por encima de mi portátil en cuanto me pongo a escribir, o se sienta encima del periódico en cuanto la noticia es más o menos interesante.
Es fácil que no sepáis de que estoy hablando, porque el post que inauguró este blog lo eliminé sin querer (mis habilidades informáticas dejan mucho que desear), así que lo copio dentro de este, para que os pongáis al día.
En resumen, estoy de celebración, porque contra todo pronóstico (del veterinario) parece que ha decidido quedarse conmigo más tiempo de lo esperado y se deja medicar con paciencia (no lo había hecho nunca). Nunca creí que me alegraría tanto de que arañe los brazos del sofá en cuanto mi Job se despista!!


El primer post que eliminé:

Una mala noticia

Esta semana me han dado una mala noticia.
La gata que ha compartido conmigo los últimos 17 años de mi vida (y pico), no va a acompañarme mucho tiempo más.
Y mira tú por dónde me he cabreado y mucho, tanto que me he decidido a abrir un blog y desahogarme, que también podría hacerlo en un sencillo Word, pero últimamente me he aficionado a los blogs (por culpa de pseudo socióloga, y para desespero de mi... ¿pareja? ¿Compañero? ¿Novio?), y aquí estoy. Y además le he puesto al blog el nombre de la gata, ese que nadie ha sabido memorizar más de 2 días seguidos, y como título la frase ( de Perich, que no mía) que mejor la / nos define.
No voy a explicar aquí las “monerías” de Jazz ni “aquella vez que”, ni” fíjate tú, no parece un animal”, ni mucho menos el clásico “prefiero a los animales que a las personas”, básicamente porque J no ha hecho nunca monerías,  es una gata muy gata y a mi me gustan las personas y los animales.
Lo que pasa es que no me lo esperaba, ya sé que después de 17 años (y pico) es de ilusos,  pero:

·         Me cuesta imaginar que no estará conmigo en una próxima mudanza (seguro que habrá otra), que ella y yo ya llevamos 7, y oye nos adaptamos que no veas.
·         No me puedo imaginar la casa vacía de esos pelos finitos que vuelan  por todas las habitaciones y que te decoran la ropa y el sofá como nada.
·         No quiero pensar en las mañanas que podré dormir más allá del amanecer, porque ella no estará para decidir que ya es hora de levantarse
·         No quiero tener el mismo sofá más de 3 años porque se conserve en perfecto estado y no con los brazos completamente pelados de sus arañazos
·         No quiero tener un cuarto de baño más porque no lo ocupe su “cajita”
·         No quiero que se vaya
·         NO QUIERO QUE SE VAYA

Pero como hasta el momento, y que conste que lo intento, no tengo una varita mágica que pueda cambiar el futuro, me toca aguantar y esperar que el tiempo que le queda no sea muy poquito.
Y no, no voy a compartir casa con otro gato/a.
La vi nacer 4 meses después de independizarme y se irá cuando independencia, lo que se dice independencia, me queda poca…  ella es muy gata: no quiere, se deja querer; no da, toma; sólo le atraen las puertas que están cerradas, los cajones con jerseys de angora;  duerme, come, corre y maúlla cuando y porque le da la gana.
La voy a echar mucho de menos, pero conste que intentaré aplicar todo lo que de ella he aprendido, aunque eso sí:  no pienso arañar los brazos del sofá.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Poca paciencia


09:15 de la mañana, reunión en las oficinas de un cliente: Ellos 4, yo 1; ellos mu fashion, yo sin sacarme la cazadora ( me he dado cuenta de que llevo una camiseta de otra empresa fashion que les ha demandado por plagio).
Suena mi teléfono, he olvidado silenciarlo
- Estoy en una reunión, te llamo luego
- NO!!!
- ¿?
- Por casualidad has cogido la llave de mi coche?
- Ug??… tiempo en el que no sé que decir para ganar tiempo, mirar en mi bolso, sonreír a los 4 mosqueteros que tengo enfrente…
- Si
-¿Qué?
- Que si…
- Resoplidos varios, ninguna palabra inteligible
-¿Tienes prisa?
- Que si tengo prisa dices?
- Nada ,nada que llamo a un mensajero y te la envían pitando. Ahora te llamo y te lo  confirmo.
Cuelgo, voy a llamar a un mensajero… mierda, me he quedado sin batería ( no me acostumbro a eso de que hay que cargarlo..)

- Perdón, ¿me podéis dejar un teléfono para llamar?
  Me lo dejan
  Coj.. no me sé el teléfono de los mensajeros, llamo a mi despacho, llamarán ellos.

-¿Os importa si dejo esta llave en recepción y vendrá un mensajero a recogerla?
   Va uno a dejar la llave
Seguimos con la reunión, un minuto más tarde suena el móvil de uno de los mosqueteros…

- Es para ti
- Para mi?
- Si
- En tu móvil?
- Eso parece…
- Ah, gracias
Del despacho: Es viernes, los mensajeros van saturados tardará una hora y media…en recoger la llave.
 ¿Me dejáis llamar otra vez?
Como no ( pero sus ojos empiezan a decir otra cosa)

- Hola
- Qué
- Que un mensajero tardará un par de horas en llevarte la llave
-¿Y entonces?
- A ver… ahora a los mosqueteros: Creéis que en una hora acabamos?
- Siii
- Oye que te la llevo yo, en una hora y media estoy allí.
- Aquí espero
- ¿Os importa recoger la llave de recepción que me la llevo?
  No les importa.

La reunión dura 2 horas ( creo que lo han hecho a propósito), tardo media hora en llegar a casa, son casi las 12:00

- Hola
- Hola, …  una pregunta: ¿algún motivo para que hayas puesto la llave de MI coche en TU bolso?
- Pos no…
-¿pero tenías que coger algo de MI coche? ¿Lo he aparcado mal y lo tenías que mover?
- Pos no..
- Pero entonces ¿por qué has cogido las llaves de MI coche?
- No sé
- En que pensabas?
- NO pensaba, yo por las mañanas NO pienso.
- No lo puedo entender
- Vale, ¿pero no tenías prisa?
- … no lo entiendo
-Yo tampoco
-¿Pero cómo puedes reirte?
-Ya puestos
-No lo entiendo
-Y dale..
-No le veo la gracia
-Bueno pues no nos reímos
-Tienes que cambiar, esto no puede seguir así….

Y ahí es donde yo ya me parto, le intento explicar que de nada sirvieron 26 años de broncas, y eso si que eran broncas, de mi padre o de pseudosocióloga, que yo he mejorado mucho, que hace mucho tiempo que  no dejo las llaves en la nevera, los libros en el armario de la ropa o las gafas en cualquier sitio, que hago verdaderos esfuerzos desde que estoy con él, que sólo lo he dejado sin coche un día, encerrado en mi casa otro (entonces no compartíamos casa, estaba en la mía y tuvo que ir pseudosocióloga a abrirle),  y esperando en la puerta de casa mientras yo salía por el parking y me iba sin él (di la vuelta en pocos minutos, pero se dio cuenta) otro. Y es que lo que no entiende es que todo eso en casi 5 años es todo un récord.
Poquita paciencia tienen algunos...

jueves, 18 de noviembre de 2010

27 años después

Ayer cenamos juntas 5 mujeres, amigas todas desde hace casi 30 años, y esta mañana me he levantando pensando en nosotras, en todo eso de “cómo han pasado los años”, pero sobretodo en cuánto hemos compartido y por cuánto hemos pasado, y esto último puedo asegurar que no ha sido poco.
.
Antes que nada, mejor aviso que NO éramos un grupo de chicas “al uso”.Vivíamos todas en un pueblo a las afueras de la ciudad, un pueblo un tanto peculiar: residencial y lleno de alemanes, pijo pero quinqui a la vez, dónde el hijo del presidente de uno de las empresas más grandes de nuestro país podía ser el íntimo amigo del hijo un “pages” que criaba pollos, a la vez que del camello del pueblo aunque no consumiera nada. También era el único pueblo de toda la comarca con discoteca los fines de semana (hasta que misteriosamente se quemó),  y a ella venía también la gran mayoría de juventud de los pueblos de los alrededores, y parte de la de la ciudad. En fin,  un pueblo del que se habría podido decir que era “multi social”. La mayoría de nosotros se movía en moto, las chicas en vespino o similar y los chicos en “enduro” , “crono”, y alguna que otra vespa,  y tras el incendio de la discoteca no nos quedó más que ir a las discotecas “pijas” de Barcelona o dar vueltas por el pueblo, siempre volviendo al único Bar que por ser el único nos reunía a casi todos de Lunes a Domingo. Allí nosotras aprendimos a hacer campana ( algunas, no todas) a jugar al billar y a los dados, a liar porros pero sobretodo a fumárnoslos, a beber “de proski” y a apostarnos las chinas a ver quien era la primera en “llevarse al huerto” a este o aquel. Vamos toda una escuela…
Aún así es curioso que lo que más recuerde,  y creo que ellas también, sea unas vacaciones en una población de la Costa Brava: teníamos 17 o 18 añitos y los padres de S tenían un apartamento vacío, así que para allí nos fuimos las cinco dispuestas a pasar 1 semana de sol y juerga: TRIUNFAMOS
La que peor lo pasó fue S, la más juerguista con diferencia, porque al segundo día de estar allí, se presentó el que entonces era su novio, después su marido y ahora su ex, con un ramo de flores en una mano y el notición de que venía de permiso de la mili para pasar esa semana con nosotras, y así poder celebrar el cumpleaños de su chica. Él lo pasó en grande, disfrutando de los pases de modelos en los que le pedíamos consejo cada noche antes de salir, y riéndose de algún iluso que llegó al apartamento confundiendo una invitación a jugar a los dados con otro tipo de invitación (los detalles los guardo para nosotras).
Vivíamos de noche y dormíamos de día, ganábamos al billar a los lugareños, las barbies espectaculares de la discoteca Paladium no fueron competencia para 5 chicas, que sin ser guapísimas, eran resultonas, y mejor aún tenían muchas ganas de fiesta.
Al cuarto o quinto día nos quedamos sin dinero y sin comida
Al sexto día, B empezó a tontear y a traer al apartamento a un barcelonés muy pijo y muy formalito que además nos invitaba a comer y a beber, por lo que decidimos aparentar un poco y fumar los porros a escondidas. Una semana más tarde leímos en la prensa que se había descubierto un laboratorio de coca en la casa de uno de sus familiares. El sí que sabía aparentar.
El último día M, M1 y yo decidimos robarle a B las últimas 1.000 pesetas que tenía  (siempre ha sido la hormiguita del grupo) y pegarnos un desayuno del quince. Se enfadó, pero ya se le ha pasado.

27 años después de esas vacaciones aunque somos más formales, todas con familia o pareja, trabajamos, cuidamos nuestra alimentación, le dedicamos algo de tiempo a las conversaciones serias, conducimos coches, vivimos de día y no fumamos mas que en contadísimas ocasiones.
¿me iría ahora una semana con ellas a un apartamento de 50m2, compartiendo habitación,  baño y ropa, sin apenas comida ni dinero?  Que no lo dude nadie