No dejo de llorar, a veces me pasa.Todos los días desde hace unos meses.
Motivos no me faltan.
O sí.
No me gusta llorar, así que me paseo por las redes sociales
a ver si pillo algo que me distraiga.
No lo consigo.
Intento leer, no duro más de cinco minutos.
Decido entrar en el blogg de pseudosocióloga a ver si ha
escrito algo nuevo.
No ha escrito nada nuevo.
Cotilleo los comentarios de su última entrada a ver si algo
me distrae.
Uno de sus seguidores le recomienda un libro y un link que
habla del libro.
Sigo el el link, empiezo a leer.
Leo sin concentrarme.
De repente me encuentro con esto:
– ¿Quién ha
organizado este festival?
– El hombre de las púas de puercoespín en el pelo.
– Yo no veo a nadie con púas de puercoespín en el pelo.
– No. Es que no las lleva.
– El hombre de las púas de puercoespín en el pelo.
– Yo no veo a nadie con púas de puercoespín en el pelo.
– No. Es que no las lleva.
Me da un ataque de risa.
Sigo sonriendo.
No me lo saco de la cabeza, me encanta.
Creo que tengo que ir al psicólogo.